lunes, 5 de julio de 2010
domingo, 6 de junio de 2010
viernes, 26 de febrero de 2010
martes, 23 de febrero de 2010
martes, 16 de febrero de 2010
domingo, 14 de febrero de 2010
Maestra de verdad
"Se necesita una maestra de verdad, que ame su profesión, que no sea apática, dormida, rutinaria, que animada del vivo anhelo de perfeccionarse sepa producir siempre más y mejor, que sintiendose feliz en presencia de los niños confunda su alma con la de ellos, manteniendo esa simpática comunión de afectos que permite, al niño, manifestarse como es, y a la maestra, conocerlo bien.
Se necesita una maestra de verdad tan cumplidora del deber, puntual, activa, laboriosa, tan entusiasta, noble y bondadosa, que su vida predique con los hechos, para templar el caracter de aquel muchacho que la patria reclama con urgencia, una maestra que con sus autoridades y colegas se manifieste siempre recta, de alma abierta y generosa, jamás murmuradora, o desdeñosa; una maestra, que se presente ante sus superiores sin servilismo ni insolencia, que sepa conservarse digna, sin altanería; respetuosa y amable, sin bajeza.
Se necesita una maestra de verdad, que no se averguence de ser maestra; que no tema ser vista por la calle llevando el libro, el cuaderno o el rollo de deberes, que son instrumentos nobles de su noble profesión; una maestra que vista con decoro y elegancia, que sepa que las joyas y encajes sientan bien en la tertulia y el sarao, pero son una nota discordante en la escuela pública, democrática, sencilla y poble.
Se necesita una maestra de verdad que sienta en su alma vibrar un ideal; una maestra que poseída del sentido de la propia nacionalidad, sepa imprimir a su obra sello imborrable de argentinidad, que haga resplandecer en el corazón de aquel muchacho la sagrada llama de la patria amor, de ese patriotismo amplio, sereno y generoso que se hermana con el amor santo de la humanidad, para engendrar con él indisoluble y eterno vinculo de paz"
Aviso publicado en el monitor de la educación común en abril de 1920.
Se necesita una maestra de verdad tan cumplidora del deber, puntual, activa, laboriosa, tan entusiasta, noble y bondadosa, que su vida predique con los hechos, para templar el caracter de aquel muchacho que la patria reclama con urgencia, una maestra que con sus autoridades y colegas se manifieste siempre recta, de alma abierta y generosa, jamás murmuradora, o desdeñosa; una maestra, que se presente ante sus superiores sin servilismo ni insolencia, que sepa conservarse digna, sin altanería; respetuosa y amable, sin bajeza.
Se necesita una maestra de verdad, que no se averguence de ser maestra; que no tema ser vista por la calle llevando el libro, el cuaderno o el rollo de deberes, que son instrumentos nobles de su noble profesión; una maestra que vista con decoro y elegancia, que sepa que las joyas y encajes sientan bien en la tertulia y el sarao, pero son una nota discordante en la escuela pública, democrática, sencilla y poble.
Se necesita una maestra de verdad que sienta en su alma vibrar un ideal; una maestra que poseída del sentido de la propia nacionalidad, sepa imprimir a su obra sello imborrable de argentinidad, que haga resplandecer en el corazón de aquel muchacho la sagrada llama de la patria amor, de ese patriotismo amplio, sereno y generoso que se hermana con el amor santo de la humanidad, para engendrar con él indisoluble y eterno vinculo de paz"
Aviso publicado en el monitor de la educación común en abril de 1920.
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)